
BITÁCORA 010
FECHA: 20 y 21 Mayo 2022
DESTINO: Interestelar
ESTRELLAS: Zahara, Rigoberta Bandini, Izal, Miss Caffeina, La M.O.D.A, Nathy Peluso, Ginebras, Cariño, Karavana, Califato 3/4, Veintiuno, Asunción y Siloé.
Casi 3 años habían pasado desde la última edición completa del festival Interestelar y las ganas de volver a la deseada normalidad, sin restricciones por la pandemia ni tormentas, era palpable en el ambiente. Tanto tiempo había pasado que casi nos habíamos olvidado del polvo habitual en algunas ediciones que este año se sufrió especialmente el viernes, pero gracias a la organización el sábado se pudo regar más y fue soportable. Tampoco nos acordábamos de la gran cantidad de público asistente con sus correspondientes colas para pedir o en los baños femeninos.
Ni el calor extremo del viernes ni la caída de última hora del cartel de La La Love You (homenajeados varias veces durante el festival) hicieron mella en un público ansioso de disfrutar de dos noches de música, baile, risas y amistad, luciendo sus mejores galas festivaleras, ya fuera de forma individual o en grupos uniformados con camisas hawaianas.
Como ocurre en los festivales es imposible cubrir todas las actuaciones, por lo que este viaje interestelar hará parada únicamente en algunas de ellas. La primera de ellas fue Siloé, una esas pocas bandas en formato dúo capaces de llenar todo un escenario principal con su música y energía, incluida visita para tocar entre el público. A continuación, cambiando de escenario, disfrutamos de la actuación de Ginebras. Tras su paso por el picnic del Interestelar del año pasado, prácticamente en la misma ubicación, el público pudo al fin disfrutar sin ataduras de asientos de uno de los conciertos más divertidos del festival.
Con Rigoberta Bandini llegaba el concierto más esperado del día, con permiso de Izal. El público llenaba el recinto de la pradera del CAAC como nunca se había visto antes, incluso me aventuro a decir que más que aquel concierto de Vetusta Morla de 2019. Sonó SloMo de Chanel antes de su salida al escenario en algún lugar de festival, pero este no sería el único guiño a Eurovisión. Paula Ribó y familia, acompañada en esta gira por tres bailarinas, brindó un concierto similar en cuanto a formato al que tuvo lugar el año pasado en el POP CAAC, añadiendo a su repertorio sus nuevos himnos como Julio Iglesias y, sobre todo, Ay Mamá. Sin embargo, la sensación fue que el concierto no fue tan genial como el del año pasado. Pese a poder disfrutarse de pie, el sonido no acompañó lo deseado, dejando una sensación agridulce de haber presenciado un buen espectáculo, con un público entregado, pero que le faltaron detalles para que fuese redondo. Y volviendo a lo comentado antes de Eurovisión, hubo versión del La, la, la de Massiel.

El concierto de La M.O.D.A. también registró una gran cantidad de público, algo que ya imaginábamos dado el significante número de camisetas de la banda entre el público. Al igual que otros artistas del festival, La M.O.D.A actuaron en Sevilla el año pasado, formato pandemia en la Plaza de España dentro del Singular Fest, pero en esta ocasión la falta de restricciones hizo que fuese un concierto estupendo. Liberados de sillas, el público disfrutó de uno de los mejores conciertos del festival.

Sin tiempo casi de descanso, llegaba el turno de Izal. Habituales del CAAC en los últimos años, los de Mikel Izal nos visitaban por última vez, si se cumple que esta es su gira de despedida. Fue un concierto intenso por momentos, emotivo en otros, confirmándose como una de las bandas con más afición en la ciudad de los últimos tiempos. Empezaron hace años en Fun Club, acabaron a lo grande llenando en el Interestelar, la historia de Izal quedará para siempre en el corazón del público sevillano, y ellos supieron agradecerlo dándose un baño de masas. Que al menos quede el recuerdo de aquel momento que fue perfecto.

La jornada del sábado trajo una tregua en la temperatura y algún camión de agua para regar la pradera que hizo que el ambiente fuese más respirable, agradecidos por ello. Comenzamos con una banda que merecería un mejor horario pero que pese a la temprana hora y el calor lo dio todo para alegría de un público entregado que poco a poco acudía al recinto, me refiero a Veintiuno. Los de Diego Arroyo demostraron buenas tablas en el escenario, más allá de su gran tema. Con la incorporación sevillana a la formación esperamos que las visitas sean más frecuentes. Entre la actuación de Veintiuno pude ir unos minutos a la carpa para disfrutar de la actuación de Asunción, el proyecto musical del actor Julián Villagrán. En formato yo me lo guiso, yo me lo como, acompañado de bases electrónicas y guitarra eléctrica, fue como estar en una rave a las seis de la tarde, pero sin dejar de lado los sonidos más post-punk o krautrock.
Me sorprendió ver a Karavana en uno de los escenarios principales, y a una hora de las decentes, pero es que el crecimiento de la banda es mucho mayor de lo que esperaba. Afincados en Madrid, la banda sevillana (al menos en unas tres cuartas partes) demostraron ser mucho más que esa banda que despuntó gracias a Strokes. Tras su paso por el Coachella 2022, Cariño estaban de vuelta a los festivales nacionales y su concierto fue una aire de frescura en una caluroso sábado. Sonaron sus himnos de indie-pop como Si Quieres o Canción de amor pop, un sonido que me transporta años atrás a mis primeros Contempopránea. Hay varios proyectos musicales sevillanos despuntando en el panorama nacional, uno de ellos es sin duda Califato 3/4. El colectivo de músicos sevillanos y malagueños desplegaron todo su arsenal de tradición flamenca, andaluza y de beats que puso patas arriba el recinto, con un final de concierto más propio de una mega rave donde hasta se bailó el himno de Andalucía.

Volvía Zahara al CAAC tras su paso el año pasado dentro de La Puta Gira. Ya entonces vimos una propuesta musical muy distinta a la que nos tenía acostumbrados, mucha más electrónica y baile, con un momento memorable de unos diez minutos de pura rave que hizo tambalearse hasta la Torre Sevilla. Ese concepto de espectáculo ha dado un paso más este año con la gira La Puta Rave. Partiendo del cambio de sonido que supuso su último disco, Puta, el concierto fue 100% electrónica, en formato trío acompañada por Martí Perarnau IV y Manuel Cabezalí, además de varias bailarinas. Las canciones de Puta encajaron a la perfección en este formato y las anteriores, como El Fango o Crash, sufrieron cambios para adaptarse a la nueva propuesta. Íbamos avisados de lo que nos esperaba en esta nueva gira y desde luego que se cumplieron con creces las expectativas, el mejor concierto del festival para gran parte del público asistente.

Las dos últimas actuaciones también repitieron visita al CAAC como en años anteriores. Miss Caffeina presentaron su último disco, El año del tigre, con una decoración de evidente influencia China. La ausencia de su guitarrista Álvaro Navarro, que abandonó la formación recientemente, no eclipsó el concierto donde Alberto Jiménez demostró una vez más ser uno de los principales frontman del panorama nacional. Tras el caos de la segunda actuación del año pasado que acabó suspendiéndose, Nathy Peluso se presentó en el Interestelar como una estrella aún mayor. Sin ser una música que escuche habitualmente, he de reconocer que su puesta en escena fue poderosa. Una demostración de fuerza e intensidad pero no exenta de calidad. La variada propuesta musical de la artista argentina encandiló al público que volvió a llenar el recinto de forma similar a como lo hizo Rigoberta Bandini la jornada anterior.

Antes de abandonar el recito tuve la oportunidad de hacer una breve visita a la carpa donde La Rubia Pincha amenizaba la noche con su habitual sesión de hits.
Interestelar 2022 ha sido la edición del reencuentro definitivo de público y artistas después de más de dos años de restricciones por la pandemia. Un éxito de público que nos hizo pensar si el recinto se está quedando pequeño, muy posiblemente este año se ha alcanzado el récord de asistencia y quizás podrían plantearse cambios para que el festival pueda seguir ampliando aforo. Un crecimiento que no puede obviar los problemas de esta y otras ediciones como las colas para pedir o en aseos, el polvo del recinto, la masificación en algunos conciertos o, como algo extraordinario ocurrido este año, las ya famosas picaduras de insectos.
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Administrador de Sevilla Indie