FECHA: 2 Marzo 2024
RECINTO: Malandar Music Club
ARTISTA: NUDOZURDO
Habían pasado casi 12 años desde la última vez que pude ver a Nudozurdo en directo. Fue una calurosa noche de agosto en Nocturama (CAAC), en formato trío, y reconozco que el único recuerdo que guardo del concierto es esta foto hecha con el móvil.
La década de los 00 comenzó con una vuelta a la escena post-punk, donde bandas como Interpol o Editors destacaron en la escena internacional. No fue hasta 2008 con la publicación de su segundo disco, Sintética, cuando Nudozurdo despuntaron en dicha escena a nivel nacional, manteniendo su status de banda referente en su disco posterior, Tara Motor Hembra, de 2011.
Tras varios cambios en su formación, la banda de Leo Mateos continuó su andadura aunque quizás con menos repercusión en sus álbumes posteriores. Así hasta que en 2018 anunciaran su separación. Afortunadamente, lo que parecía el fin de la banda, quedó en un parón musical de 5 años hasta que en 2023 publicaran Angel Genetics, adelanto del que es su reciente nuevo disco, Clarividencia (Sonido Muchacho, 2024).
De vuelta al presente, la noche del sábado no auguraba una gran afluencia de público debido a la climatología, frío, aire y lluvia. Sin embargo, cuando poco después de las 22:00 comenzó el concierto, Malandar lucía un buen aspecto de unas tres cuartas partes del aforo.
Pese a que el citado clima no era el más atractivo para ir a un concierto, sí que me encajaba para la propuesta sonora de Nudozurdo. Todo parecía perfecto para disfrutar del concierto, atmósfera, público y muchas ganas de reencontrarnos con ellos tras varios años ausentes.
El comienzo con Lo Que Ocultan Las Arizónicas del citado último disco, Clarividencia, dejó claro que debía ser el centro del repertorio. Sin embargo, pese a que las canciones de dicho disco fueron mayoría, repasando el setlist que se encontraba en las hojas del escenario me dio la sensación que fue recortado, eliminando varias canciones del mismo, precisamente algunas del álbum antes comentado.
El formato actual de cuarteto añadía una segunda guitarra al que comenté al principio de esta cita. Una remozada pero sólida formación, quizás algo menos contundente que la que recordaba en formato trío, pero que demostró buenas tablas en un penumbroso escenario. Al dramatismo de las letras, los alargados momentos de arpegios y rítmicos bajos habituales, se les sumó una puesta en escena que podríamos denominar como atmosférica anticlimática.
Son los puntos comentados anteriormente los que dejaron una sensación extraña en el ambiente. Si bien los temas sonaban realmente bien, con una atmosfera perfecta, quizás esa falta de contundencia con respecto a formaciones anteriores y, especialmente, esa penumbra en el escenario que apenas dejaba ver (ni fotografiar) con claridad lo que sucedía en él, hizo que la experiencia no fuese del todo satisfactoria.
Incluso cuando sonaron los clásicos de Sintética, Mil Espejos y Ha Sido Divertido, dejaron una sensación de sí pero no, parafraseando a cierto individuo político, «me falla algo». Ligeros cambios en los tempos y estribillos, arpegios no desarrollados como recordaba, me dejaron un sabor agridulce. Es esa pequeña frustración de estar ante un buen concierto pero que no ves bien por las luces, te sientes molesto por los continuos murmullos y charlas por parte del público y éste continuamente en movimiento camino de aseos y/o barras.
El final apoteósico de Dosis Modernas, con una instrumentación y cadencia marca de la casa, dejó un gran sabor de boca y ganas de más. Tras una breve pausa previa a los bises, la banda volvió poco a poco al escenario dejando Leo Mateos su sorprendente presencia para el final. Y es que salió con una sudadera con capucha puesta mientras sus compañeros tocaban los primeros acordes de El Hijo de Dios. Esa canción que hace 16 años nos dejó con la extrañeza de no saber si era algo genial o absurdo, y que se quedó sin duda en lo primero, la interpretó Leo todo el tiempo entre el público, cantando de una a punta a otra de la sala, con una presencia fantasmagórica entre las luces rojas y la capucha.
Pese a ser Clarividencia el disco con más presencia en el concierto, este se cerró con dos temas de Tara Motor Hembra. La desgarradora Prometo Hacerte Daño dejó paso a la calma final con El Diablo Fue Bueno Conmigo, canción anticlímax para cerrar un concierto que dejó la felicidad por verlos en activo y en plena forma después de tantos años pero con la sensación de que pudo ser más y mejor de lo que fue.
Agradecer que Leo Mateos y los suyos fueran nada más acabar el concierto al puesto de discos, «al merchan» como dijo él (no confundir con ir al Merchant, como dijo alguien), para que una parte del público se llevara discos como recuerdo de la noche. Nudozurdo ha vuelto demostrando unión e implicación, con la calidad que atesoraba antaño como demuestra el disco Clarividencia, aunque quizás en directo echamos en falta algo.
SETLIST *
* Tal cual aparecía en las hojas sobre el escenario, es posible que no tocaran algunas.
1. Lo Que Ocultan Las Arizónicas (Clarividencia, 2024)
2. Laser Love (Tara Motor Hembra, 2011)
3. Carta a Nina (Clarividencia, 2024)
4. Mil Espejos (Sintética, 2008)
5. Bisontes Albinos (Clarividencia, 2024)
6. Elvira / Santuario Combate (Clarividencia, 2024)
7. Úrsula Hay Nieve en Casa (Voyeur Amateur, 2017)
8. La Isla del Diablo (Clarividencia, 2024)
9. Soledad / Clarividencia (Clarividencia, 2024)
10. Ha Sido Divertido (Sintética, 2008)
11. La Bruja (Clarividencia, 2024)
12. Dosis Modernas (Tara Motor Hembra, 2011)
13. Cripto Mundi (Clarividencia, 2024)
–bises–
14. El Hijo de Dios (Sintética, 2008)
15. Ángel Genetics (Clarividencia, 2024)
16. Prometo Hacerte Daño (Tara Motor Hembra, 2011)
17. El Diablo Fue Bueno Conmigo (Tara Motor Hembra, 2011)
GALERÍA DE FOTOS
Administrador de Sevilla Indie