FECHA: 2 Junio 2023
DESTINO: Fun Club
ESTRELLAS: SOFÍA COMAS y JUAN AZUL
Noche de contrastes el pasado viernes en Fun Club. En el aspecto positivo el poder descubrir nuevas e interesantes propuestas musicales como las de Sofía Comas y Juan Azul, si bien de este último ya había escuchado algunos temas por su paso en el pasado Monkey Week. En lo negativo, una muy pobre asistencia de público ensuciada además por una parte del mismo que no paró de hablar y vociferar, afectando al disfrute de los conciertos.
Es cierto que esa noche llovía y que coincidía con el primer concierto de Manuel Carrasco en el Estadio de la Cartuja, además de que por estas fechas gusta más estar en la calle que en una sala, pero en una ciudad como Sevilla debería haber público para todo como ocurre en ciudades más pequeñas. Con este panorama, y ante apenas 15 espectadores (incluyendo invitaciones y allegados de los artistas), se presentó en el escenario Sofía Comas.
Apoyada únicamente de un teclado y un controlador, Sofía Comas no necesita nada más para ganarse al público y comerse el escenario. Venía presentando su recomendable disco A un pájaro rojo (Everlasting Records 2023) donde el pop, la electrónica, el folclore y la lírica se dan de la mano. Pese a considerarla una nueva artista, realmente ya tiene una trayectoria en la música con la banda Tucán y en otras artes escénicas.
En los apenas 45 minutos de actuación pudimos disfrutar de toda clase de sensaciones y sentimientos, unos más calmados y espirituales, otros más movidos y bailables. Inspiraciones musicales que iban desde esa mezcla imposible de Frank Sinatra con El Viaje de Chihiro, a la nana de Ay voz secreta con versos de Lorca, sin Soleá Morente pero con la colaboración de Juan Azul.
En la primera parte del concierto se vivió una de las anécdotas de la noche cuando tras contar la historia de Nezahualcóyotl (normal que le cueste tanto pronunciarlo) y comenzar su canción se fue la luz, posiblemente por la tormenta que en ese momento cruzaba la Alameda. Por suerte, gracias al personal técnico de la sala, retomó el concierto poco después.
Precisamente La Tormenta fue una de las canciones finales antes de que Sofía acabara el concierto, literalmente, a los pies de un público escaso pero entregado. Una artista para no perder la pista, tanto a nivel de publicaciones discográficas como en directo.
Juan Azul es de esos artistas, quizás escasos, con una personalidad distinta y única en la escena nacional. El madrileño se presentó en Fun Club en formato trío (guitarra y voz, bajo y batería) donde los sonidos de teclados y sintetizadores fueron lanzados desde grabaciones sin que esto supusiera un impedimento para disfrutar el concierto.
Ya en el disco Los mejores días ya han pasado (Everlasting Records 2023) se apreciaba la variedad en su sonido, desde guitarras eléctricas acompañadas de sintetizadores psicodélicos hasta canciones más intimistas de guitarra clásica y, casi, bossa nova. En directo las expectativas se confirmaban, tanto a nivel musical con una maestría a la guitarra propia del profesor de música que es, hasta por la personal forma a la hora de llevar el concierto e interactuar con el público.
Cuando comenzó su actuación ya había algo más de público, lo cual aumentó el molesto estruendo que ya se sufrió con Sofía Comas. Es una pena que en conciertos con tan poco público, parte del mismo se pasara el mismo charlando a viva voz como si no hubiera nadie más en la sala o sin siquiera prestar atención a los artistas sobre el escenario. Y más triste es cuando parte de este público son allegados de los propios artistas.
Hasta tal punto fue el vocerío que ocurrió lo nunca visto en un concierto, al menos que yo recuerde en los últimos 20 años. En mitad de la actuación de Juan Azul el técnico de sonido fue al escenario micro en mano para pedir por favor que callaran, que si querían hablar había otras zonas en la sala donde hacerlo sin molestar. El propio Juan tuvo que pedir también que al menos bajaran la voz, si bien estaba molesto tuvo más tacto y comentó que en los conciertos siempre se puede hablar pero bajito.
Hubo de nuevo colaboración sobre el escenario, esta vez fue Sofía quién devolvió el favor a Juan para cantar con él un tema (pido disculpas por no recordar el nombre del mismo). Sonaron sus grandes éxitos, como Vampirillos (costó un poco al público adivinar el título) o Me dijo ser tuyo. Su peculiar voz, su expresividad en el escenario, la ejecución a la guitarra (especialmente en la clásica) son dignas de ver y disfrutar si aún no lo habéis hecho (pronto nueva oportunidad de verlo en Monkey Weekend de El Puerto de Santa María).
Agradecer a Yavanna de Everlasting Records el esfuerzo por llevar a cabo los conciertos pese a las adversidades y por apostar por artistas como Sofía y Juan, los cuales aportan algo distinto, con personalidad, a una escena musical cada día más saturada de indiefórmulas.
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Administrador de Sevilla Indie